¿Recuerdan,niñitas
de S.José de Tarbes, de la Coronación de la Virgen el 31 de mayo de cada año?
¿Día en el que iban muchas exalumnas, algunas ya casadas, graduadas en la
universidad,etc., a recordar con nostalgia sus años en el Colegio? Pues bien, les
dedico esta oración que compuse para la coronación de la Virgen rezada el
último día de mayo, en los últimos años de Rosa (Rosita) en el Colegio. Ojalá
les guste y les traiga hermosos recuerdos.
¡Madre nuestra! En este día
dedicado especialmente a ti, venimos a decirte que queremos tener una mente
siempre pura porque has dejado tu huella viva en nosotras. Te prometemos que
siempre trataremos de tener un pensamiento libre de engaños, porque tu divino
Hijo es la Verdad que ha encendido la luz de la razón en nuestra frente.
Guardaremos el corazón libre de todo mal y tendremos siempre nuestro amor en
flor, porque tú estás sentada en el sagrario más íntimo de nuestra alma.
Será nuestro oficio
revelarte en nuestras acciones, porque tu Hijo es la raíz que fortalece nuestra
existencia.
El tiempo del Colegio se
irá, por eso te pedimos ahora, ¡oh Madre nuestra! que cuando se reseque nuestro
corazón, bajes a nosotras con el rocío de tu consuelo; cuando la alegría de la
existencia se nos comience a perder, llega a nosotros con una explosión de
canciones; cuando el tumulto de la vida levante su ruido, acércate a nosotras,
Señora del silencio, con tu paz y tu sosiego; cuando nuestro pobre corazón esté
acurrucado cobardemente en un rincón, rompe tú la puerta, Reina nuestra, y
entra en nosotras con tu música de estrellas. Y si el mal ciega nuestro
entendimiento con el polvo del engaño, ven como nuestra guardiana, con truenos
y resplandores.
Permite, Madre querida, que
nuestros sentidos se dilaten sin fin en una salutación a ti; que nuestro
entendimiento se incline ante tu puerta y que nuestros cantos unan sus melodías
en un río sonoro y se derramen en un mar de colores, como una salutación a ti.
Y que así como nuestros cóndores vuelan en las montañas nostálgicos de sus
nidos, permita Cristo, tu Hijo, que toda nuestra vida, después de haber sido
felices en la tierra, sea un vuelo feliz al hogar eterno. Amén.
Gfh/2855/V-MMX
No hay comentarios:
Publicar un comentario